Del mismo modo que cuidamos nuestro teléfono móvil con una funda protectora, también es importante preocuparnos por aquellas herramientas que utilizamos a diario, y si más aún si de ellas depende nuestra higiene y salud. Por este motivo, mantener en buenas condiciones tu cepillo de dientes, teniendo en cuenta que lo introduces en tu boca tres veces al día (o eso deberías) tiene bastante sentido.
Aquí van algunas recomendaciones para cuidar tu cepillo de dientes:
- No compartas tu cepillo. A algunos esto les puede parecer descabellado, pero es más común de lo que creemos. Al hacerlo, se transfieren microorganismos entre los diferentes usuarios, aumentando el riesgo de infección.
- Después de utilizar el cepillo de dientes, elimina los posibles restos de comida y la pasta que haya quedado con abundante agua corriente y sacúdelo para eliminar el exceso de agua. Guárdalo en posición vertical, evitando que se toque con otros cepillos de dientes, y utiliza un capuchón para evitar que se contamine con bacterias. El capuchón debe tener agujeros para permitir que el cepillo de dientes se seque.
- Renueva tu cepillo cada 3 meses o cuando observes los primeros signos de desgaste de los filamentos. Con el paso del tiempo, los filamentos se van abriendo y pierden capacidad para limpiar los dientes. Una buena manera de saber cuándo cambiar el cepillo es hacerlo al inicio de cada estación del año, así siempre recordarás que ya es hora de renovarlo.
El buen mantenimiento del cepillo hace que el cepillado sea más eficaz y por tanto, obtendrás una mejor higiene bucal.
En cuanto al cepillo, teniendo en cuenta que lo utilizarás unas 300 veces, es importante elegir un cepillo de calidad y que se adapte a tus necesidades.
